Muy buena experiencia a lado de un gran guía que nos animó hasta la saciedad aun encontrandonos con adversidades. Yo llegue a ese grupo de dolomitas por casualidades de la vida, y la experiencia junto a ellos hizo que me empoderara como mujer y como ser capaz de enfrentarme a lo que jamás pensaba que me enfrentaría, miedos a la torpeza, miedos a no llegar hasta el final en cada dia de travesía, en fin, juntos llegamos a todo y fuimos participes de una gran aventura con un gran profesional!! Gracias por todo! Yo en cuanto pueda repetiré!

El día a día de la ciudad nos aleja un poco de quién somos y la montaña es una oportunidad para recuperarlo. También es un lugar donde encontrar el tipo de relaciones que los humanos siempre tuvimos. Relaciones de interdependencia, de reciprocidad, de ayuda mutua pero no antes de darlo todo. Un lugar para aprender sobre nosotros mismos. Un lugar para crecer como persona con otras personas viviendo de un modo distinto al de todos los días del año. Un lugar donde abundancia y comodidad son secundarias para poder vivir de otro modo. Así vivo los trekking. Enriquecedores siempre.